Convivio Navideño del Estado Mayor Conjunto

17 de diciembre de 2025

Abg. Rixi Moncada

Secretaría de Estado en el Despacho de Defensa Nacional

Estaba consultando sobre cuál es la solemnidad, cuando a una la invitan a una kermés bailable, cómo es que se hace el saludo, , y me estaba explicando el  general, le digo qué se hace primero, se come y después se baila o se come y se baila al mismo tiempo, ¿Qué es lo que se hace en una conmemoración de esta naturaleza?, porque hasta el día de hoy, todos los eventos en mis cuatro meses o en mis casi cuatro meses al frente de la Secretaría de Defensa han sido eventos altamente solemnes en donde he tenido que aprender la ritualidad y la formalidad de las Fuerzas Armadas una formalidad y una ritualidad histórica que entiendo ha ido perfeccionándose con el transcurso de los años, una formalidad que satisface porque es evidencia de la disciplina y de la integridad de una Institución con rango y características de permanencia.

Entonces esta mañana me es como diferente todos los eventos de solemnidad y de alta ritualidad que hemos tenido y por lo tanto voy  aprovechar para saludarles en general a todos y todas para agradecer, para expresar mi gratitud al Estado Mayor Conjunto, Al señor Jefe de las Fuerzas Armadas, al General Roosevelt, pero también para agradecer la presencia de la experiencia y de los años de servicio que está representada en esta mesa, los oficiales, generales, coroneles, distintos grados, retirados y que forman parte del equipo asesor de las Fuerzas Armadas en general de la Secretaría de Defensa, expresarles el agradecimiento por permitirme compartir con ustedes y en ese compartir, aunque entiendo las distracciones más del lado derecho y la bulla y la plática, en ese compartir decirles que de nuestra parte somos altísimamente respetuosos de las navidades, de las conmemoraciones con las que crecimos, las conmemoraciones familiares de solidaridad, de afecto, de alegría, de compartir, y por esas tradiciones yo conservo una tradición que viene de mis bisabuelos y bisabuelas paternas, conmemoro en esta fecha el nacimiento de El hijo de Dios, haciendo un novenario al santo niño De Atocha en mi pueblo en Talanga. El día 16, sea ayer, toca iniciar el novenario, y ese novenario concluye el día 24 con el nacimiento del niño Jesús.

Es una tradición de mis ancestros de mis abuelos paternos que se heredó mi abuelo y que mi abuela al momento de morir dejó esa tradición a su servidora y desde su muerte yo rezo entonces todos los años del 16 al 24 en mi pueblo, en mi casa, voy a decir atrevida, están todos invitados para el 24, aunque no sé si los nacatamales puedan ajustar para tanta gente,

Compartimos con los vecinos de nuestro barrio, el café, las torrejas, la rosquilla en miel, el nacatamal, la carne de cerdo, las comidas tradicionales que en nuestros pueblos se consumen, y el día de ayer como primer día del rezo, me tocó la lectura de la oración que está en la novena del Santo Niño de Atocha, y esa es la lectura que les quiero compartir este día para no ser … Eh rutinaria en el mensaje de acompañamiento a esta invitación:

En esa lectura de ayer nos dice la novena:

Que estaba una señora presa por una causa injusta en una cárcel de determinado lugar y que esa señora presa sin auxilio, en angustia, desesperada, invocó siempre la voluntad divina, invocó su creencia en Dios, invocó su fe y su esperanza y de repente, llegó un abogado joven a entrevistarla y le dijo:

Yo voy a ayudarle, yo voy a sacarla de esta prisión, salió el abogado para los tribunales, resolvió la salida de la señora y la sorpresa ella es que en hora de la tarde estaban abriendo la cárcel de la prisión para que ella quedara en libertad.

Dice que empezó buscar al joven que llegó para

hacerle esa promesa y lo vislumbró y el joven le dijo:

Sígame hacia el pueblo, Ella siguió al joven abogado hacia el pueblo, caminaron muchísimo, estamos hablando hace 2024 años o más, caminaron muchísimo, les... la madrugada, pero cuando iban entrando al pueblo, el joven abogado estaba desaparecido, él, ella lo perdió de vista, llegó al pueblo sola y lo que se ocurrió entonces fue a la iglesia ahí estaba el cura, y le dijo al cura: un abogado joven con estas características, fue a la prisión, el mismo día hoy eh, ayer el mismo día eh me sacó libertad, pero se me perdió en el camino y el cura se trasladó con ella hasta el altar de la iglesia,

hasta el altar, el altar mayor, es la historia que cuenta esta ciudadana de hace más de 2,000 años y dice que su sorpresa cuando llegó al altar mayor fue que cuando estaba mirando los santos, el rostro del santo niño de atocha, el autor del milagro era exactamente el rostro del abogado que ella le había ido a auxiliar para sacarla de la prisión, y que fue tanta su maravilla que a partir de esa fecha se convirtió también en devota de ese Santo Niño de Atocha, al que nosotros conmemoramos por tradición de familia, qué destaco entonces de esta historia, la fe, la esperanza, la conciencia de que existe siempre un poder sobrenatural de que existe un poder supremo que está por encima de nosotros y que en los peores momentos.

Que, en las peores dificultades, que las peores circunstancias de la vida, para cada uno, que sabemos que las existe, para las personas, las familias, en esos peores momentos y esas peores circunstancias, nos toca mantener la fe.

Les invito entonces a todos y todas en tiempo de navidad, en tiempo de conmemoración del nacimiento del hijo de Dios, a que por encima de los problemas y las dificultades, mantengamos la fe, la fe en nosotros mismos, en nuestras capacidades, la fe en nuestras instituciones y su desafío de salir adelante, de crecer cada día, pero sobre todo la fe en que hay un ser supremo y que siempre, la justicia, no la terrenal, la natural, siempre, siempre, compañeros y compañeras, siempre llega, mantengamos la fe. Felicidades a todos y gracias por invitarme.

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